lunes, 4 de julio de 2016

Zona, de Guillaume Apollinaire




Al final estás cansado de este mundo antiguo

Pastora oh torre Eiffel el rebaño de los puentes bala esta mañana

Estás harto de vivir en la antigüedad griega y romana

Aquí hasta los automóviles parecen antiguos
Sólo la religión se mantuvo nueva la religión
Se mantuvo simple como los hangares de Port-Aviation

Sólo tú no eres antiguo en Europa oh cristianismo
El europeo más moderno es usted Papa Pío X
Y a ti que las ventanas te observan la vergüenza no te deja
Entrar esta mañana a confesarte en una iglesia
Lees prospectos catálogos carteles que cantan muy alto
Ahí está la poesía esta mañana y para prosa están los diarios
Están las entregas a 25 céntimos llenas de aventuras policiales
Retratos de grandes hombres y mil títulos varios

Esta mañana vi una linda calle cuyo nombre olvidé
Nueva y limpia del sol ella era el clarín
Los directores los obreros y las bellas mecanógrafas
De lunes a sábado cuatro veces por día pasan
De mañana la sirena se queja tres veces
Una campana rabiosa ladra a eso de las doce
Las inscripciones de los letreros y de los paredones
Las placas los avisos como loros gritones
Me gusta la gracia de esta calle industrial
Situada en París entre la calle Aumont-Thiéville y la avenida des Ternes

Ahí está la calle joven y eres otra vez un chico
Tu madre sólo te viste de azul y de blanco
Eres muy piadoso y con el más antiguo de tus compañeros René Dalize
Nada les gusta más que las pompas de la Iglesia
Son las nueve la luz de gas es tenue muy azul salen del dormitorio a escondidas
Rezan toda la noche en la capilla del colegio
Mientras que eterna y adorable profundidad amatista
Gira por siempre la gloria ardiente de Cristo
Es el lirio hermoso que todos cultivamos
Es la antorcha de cabellos rojos que no apaga el viento
Es el hijo pálido y bermejo de la madre dolorosa
Es el árbol frondoso de todos los rezos
Es la doble horca del honor y de la eternidad
Es la estrella de seis picos
Es Dios que muere el viernes y resucita el domingo
Es Cristo que sube al cielo mejor que los aviadores
Detenta el récord mundial de la altura

Pupila Cristo del ojo
Vigésima pupila de los siglos él sabe cómo hacerlo
Y convertido en pájaro este siglo como Jesús se eleva
Los diablos en los abismos levantan la cabeza para verlo
Dicen que imita a Simón Mago en Judea
Gritan si sale volando es un ladrón
Los ángeles revolotean alrededor del lindo volatinero
Ícaro Enoch Elías Apolonio de Tiana
Flotan alrededor del primer aeroplano
A veces se apartan para dejar pasar a los que lleva la Santa Eucaristía
Esos sacerdotes que suben eternamente levantando la hostia
Al fin sin cerrar sus alas el avión aterriza
Y el cielo se llena de un millón de golondrinas
A todo vuelo vienen halcones búhos cuervos
De África llegan ibis marabúes flamencos
El ave Roc cantada por narradores y poetas
Planea llevando en sus garras el cráneo de Adán la primera cabeza
El águila se lanza dando un grito
Y llega de América un colibrí chiquito
De China vinieron los pihis ligeros y largos
Que sólo tienen un ala y vuelan apareados
Y aquí está la paloma espíritu inmaculado
Que escoltan el ave lira y el pavo ocelado
El fénix esa hoguera que se engendra a sí misma
Por un instante vela todo con su ardiente ceniza
Las sirenas dejaron los estrechos peligrosos
Y llegan cantando las tres algo hermoso
Y todos fénix águila y pihis de China
Con la máquina que vuela fraternizan

Ahora caminas por París muy solo entre la muchedumbre
Mugiendo a tu alrededor pasan rebaños de autobuses
La angustia del amor te aprieta la garganta
Como si nunca más fueran a amarte
Si vivieras en los tiempos antiguos entrarías en un monasterio
Les da vergüenza cuando se sorprenden rezando
Te burlas de ti y como el fuego del infierno tu risa chisporrotea
Las chispas de tu risa doran el fondo de tu vida
Es un cuadro colgado en un museo sombrío
Y algunas veces vas a mirarlo de cerca

Hoy caminas por París las mujeres están ensangrentadas
Era y quisiera no acordarme era la decadencia de la belleza

Rodeada de llamas fervientes Notre-Dame me miró en Chartres
La sangre del Sacré-Coeur de ustedes me inundó en Montmartre
Estoy enfermo de oír las palabras bienaventuradas
El amor del que sufro es una enfermedad vergonzosa
Y la imagen que te posee te hace sobrevivir en el insomnio y en la angustia
Siempre está cerca de ti esa imagen que pasa

Ahora estás en la orilla del Mediterráneo
Bajo los limoneros que florecen todo el año
Con tus amigos paseas en barco
Hay un nizardo un mentoniano y dos turbiascos
Miramos los pulpos de las profundidades con horror
Y entre las algas nadan los peces imágenes del Salvador

Estás en el jardín de una fonda en las afueras de Praga
Estás muy feliz hay una rosa en la mesa
Y observas en vez de escribir tu cuento en prosa
La cetonia que duerme en el centro de la rosa

Despavorido te ves dibujado en las ágatas de Saint-Vit
Estabas triste a morir el día que te viste ahí
Te pareces a Lázaro enloquecido por la luz
Las agujas del reloj del barrio judío giran al revés
Y tú también retrocedes en tu vida lentamente
Subiendo al Hradchin y a la noche escuchando
Cantar canciones checas en las borracherías

Aquí estás en Marsella entre sandías

Aquí estás en Coblenza en el hotel del Gigante

Aquí estás en Roma sentado bajo un níspero del Japón

Aquí estás en Ámsterdam con una muchacha que te parece linda y que es fea
Debe casarse con un estudiante de Leiden
Se alquilan cuartos en latín Cubicula locanda
Me acuerdo pasé tres días ahí y tres en Gouda

Estás en París ante el juez de instrucción
Como a un criminal te encierran en la prisión

Hiciste viajes dolorosos y gozosos
Antes de darte cuenta de la mentira y de la edad
Sufriste de amor a los veinte y a los treinta años
Viví como un loco y perdí mi tiempo
Ya no te atreves a mirarte las manos y a cada rato quisiera sollozar
Por ti por la que amo por todo lo que te horrorizó

Miras con ojos llenos de lágrimas a esos pobres emigrantes
Creen en Dios rezan las mujeres amamantan a sus hijos
Llenan con su olor el hall de la estación San Lázaro
Tienen fe en su estrella como los reyes magos
Esperan ganar plata en Argentina
Y volver a su país después de haber hecho fortuna
Una familia lleva un edredón rojo como ustedes llevan su corazón
Ese edredón y nuestros sueños son igual de irreales
Algunos de esos emigrantes se quedan aquí y se alojan
En las calles des Rosiers o des Écouffes en pocilgas
Suelo verlos de tarde salen a la calle a tomar aire
Se mueven muy cada tanto como piezas de ajedrez
Casi todos son judíos sus mujeres usan pelucas
Y se quedan sentadas exangües en el fondo de los negocios

Estás de pie ante el estaño de un bar de viciados
Tomas por diez centavos un café entre desgraciados

Estás a la noche en un gran restaurante

Esas mujeres no son malas tienen problemas constantes
Sin embargo hasta la más fea hizo sufrir a su amante

Ella es la hija de un sargento de policía de Jersey

Yo no había visto sus manos que son duras y se tuercen

Siento una inmensa piedad por las costuras de su vientre

Ahora humillo a una pobre muchacha con la risa horrible de mi boca

Estás solo la mañana va a llegar
Los lecheros hacen tintinear sus jarros en la calle
La noche se aleja como una mestiza hermosa
Es Ferdine la falsa o Léa la mimosa

Y bebes ese alcohol ardiente como tu vida
Tu vida que bebes como un aguardiente

Caminas hacia Auteuil quieres ir a pie a tu casa
Dormir entre tus fetiches de Oceanía y de Guinea
Son Cristos de otra creencia y con otras figuras
Son los Cristos inferiores de esperanzas oscuras

Adiós Adiós


Sol cuello cortado